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Descripción

Los orígenes de la Colegiata de Santa María la Mayor de Toro (Zamora) se encuentran en 1139, cuando Alfonso VII concedió a la villa de Fresno de la Ribera la iglesia de Santa María (Pedrero, 2015). Primeramente, fue una abadía, pero en el primer tercio del siglo XIV se le otorgó el carácter de colegiata. Según Gómez Moreno (1980) fueron dos los maestros que intervinieron en la construcción de la misma: el primero de ellos delimitó el perímetro de los muros, se encargó de la cabecera, de la separación de las naves y de las portadas laterales. Por su parte, al segundo maestro se le atribuye la portada occidental, la cual se terminó en torno a 1240. Durante el siglo XV la familia Fonseca obtuvo el patronato de la colegiata (Pérez y Vasallo, 2011).

No hay duda de que la colegiata sigue el modelo de la catedral de Zamora, aunque tiene algunas particularidades como los pilares cruciformes que separan las tres naves, rasgo que se encuentra en la catedral de Salamanca. Asimismo, destaca la portada de la Majestad (Hernández, 2009). Uno de los rasgos más distintivos de esta portada es su policromía, datada en el último cuarto del siglo XIII. Gracias a una inscripción que se halló en el dintel se conoce el nombre del responsable de policromarla: Domingo Pérez, quien lo hizo durante el reinado de Sancho IV. El programa iconográfico (Chillon, 1938) de la colegiata alude a la Dormición y Coronación de la Virgen, así como al Juicio Final. Fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 2010.

Bibliografía
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