Título

Nacimiento de Cristo

Maestro de la Leyenda de Santa Catalina (Activo en Bruselas en el último cuarto del siglo XV)

Clasificación genérica

Objeto

Datación

Siglo

Contexto cultural / estilo

Dimensiones

Materia

Técnica

Iconografía / Tema

Procedencia

Emplazamiento actual

Número de inventario en colección actual

Historia del objeto

Esta escena es una de las cinco que conformaban el tríptico de la Adoración de los Magos que presidió el altar del lado de la Epístola del coro de los legos de la iglesia de la cartuja de Miraflores, en Burgos. Este tríptico debió de ser desmantelado con anterioridad a la fabricación en 1659 de los actuales retablos barrocos de este espacio. Cuando Antonio Ponz visitó la cartuja en el siglo XVIII, señaló que, en el retablo del lado de la Epístola, se conservaban solo tres pinturas antiguas “en muy mal estado”. En efecto, para entonces la tabla central había sido sustituida por una copia del siglo XVII, anterior al retablo barroco (la tabla original, deteriorada, se colocó en una celda y, a partir de 1781, en la celda prioral), y es muy posible que, de las cuatro escenas de las tablas laterales, una se encontrase entonces en el reverso del ático, mirando hacia el coro de los monjes, por lo que pudo pasar desapercibida para Ponz. De esta manera, su reseña de solo tres pinturas antiguas sería correcta. El erudito castellonense proporcionó, además, un dato de la máxima relevancia sobre el conjunto pictórico original: “su costo ascendió a veinte y seis mil ochocientos y diez maravedís”. Este dato se relaciona con otro extraído de la documentación antigua del monasterio que dice lo siguiente: “1495: Se trajo de Flandes el quadro de la adoración de los Reyes, y se colocó en el Altar del coro de los Conversos. Costó 26.800 y 10 mrs.”. Con esta información, Didier Martens, en un trabajo publicado en 2001, pudo identificar brillantemente el conjunto, cuya pista se había perdido tras la Guerra de la Independencia, con un tríptico obra del anónimo bruselense denominado convencionalmente Maestro de la Leyenda de Santa Catalina que, a falta de una escena, había sido reconstruido por Christiane Deroubaix en 1978-79 (la escena restante fue identificada por Constanza Negrín Delgado en 1995).

El tríptico de la Adoración de los Magos del coro de los legos de la iglesia de la cartuja de Miraflores es, por lo tanto, una obra flamenca de importación, encargada, a buen seguro, ex professo por la reina Isabel la Católica, que llegó a Burgos en 1495, siendo instalado en el coro de los legos de la cartuja de Miraflores. Si bien las fuentes históricas lo sitúan en el altar del lado de la Epístola de este espacio, Martens piensa, basándose en el estudio de la luz de este tríptico y de su pendant el tríptico del Bautismo de Cristo de Juan de Flandes (para el que el tríptico que ahora nos ocupa sirvió de modelo), que el tríptico de la Adoración de los Magos estuvo inicialmente en el altar del lado del Evangelio.

De sus cinco composiciones (una grande en el panel central, que es la que confiere su nombre al tríptico, y dos superpuestas en cada uno de los dos paneles laterales), cuatro se conservan en museos e instituciones de Italia (Anunciación y Presentación de Cristo en el Templo), de Bélgica (Nacimiento de Cristo) y de Suiza (Adoración de los Magos) y solo una (Huida a Egipto) se conserva en una colección privada española de Las Palmas de Gran Canaria. Si bien el conjunto no se menciona entre las obras de la cartuja de Miraflores expoliadas por el general Darmagnac en 1810, en el contexto de la Guerra de la Independencia, el hecho de que al menos tres de ellas estén documentadas en Francia en el siglo XIX, seguramente desde fechas tempranas, invita a pensar que este general fue el responsable de su salida de España.

La escena del Nacimiento de Cristo perteneció a la familia Perrenet de Dijon. En la edición inglesa del vol. IV del clásico de Max J. Friedländer Die altniederländische Malerei, publicada en 1969, los editores incorporaron información sobre esta tabla, señalando que pertenecía al abate Perrenet de Dijon (seguramente el P. François Perrenet que, entre 1932 y 1934, fue vicario de la iglesia del Sacré Cœur de Dijon). Probablemente, los editores tomaron esta información del catálogo de la exposición de obras maestras de las colecciones del departamento de Côte-d’Or que se celebró en el museo de Dijon en 1958, en la que figuró esta tabla. Cuando Deroubaix tuvo la oportunidad de examinarla para su artículo de 1978-79, la familia Perrenet le aseguró que la poseía desde 1850. En la actualidad, pertenece a los fondos de los Musées royaux des Beaux-Arts de Belgique, que la adquirieron en 1986 de Charles Dufour, de París, con fondos de la Loterie Nationale y de la recién constituida compañía Tractebel.

Disperso desde el siglo XIX, en 2009 todos los fragmentos del conjunto fueron reunidos de nuevo temporalmente en una exposición en M Leuven, el museo de Lovaina.

Descripción

La escena del Nacimiento de Cristo se encontraba en el registro inferior del ala izquierda, tal y como lo pone de manifiesto la parte inferior de la imagen de la Virgen con el Niño mirando hacia la derecha pintada en grisalla existente en su reverso. En este caso, la escena no figuraba en el famoso tríptico de la Adoración de los Magos de Rogier van der Weyden procedente de la iglesia de St. Kolumba de Colonia, conservado en la Alte Pinakothek de Múnich, que fue la principal fuente de inspiración para el tríptico del Maestro de la Leyenda de Santa Catalina para la cartuja de Miraflores: en el prototipo de Van der Weyden, cada ala alberga una única escena, pero en la reinterpretación del Maestro de la Leyenda de Catalina cada ala alberga dos escenas superpuestas, según un modelo no demasiado habitual en la pintura flamenca que, no obstante, tiene como referente prestigioso el tríptico de la Santa Cena de Dirk Bouts de la Sint-Pieterskerk de Lovaina. Pese a ello, la deuda para con el caposcuola de la pintura bruselense se manifiesta, asimismo en esta escena: Deroubaix señaló el paralelismo de su composición con las de idéntica iconografía incluidas por Hans Memling en sus reinterpretaciones del tríptico de la iglesia de St. Kolumba de Colonia (una de las cuales se conserva en el Museo Nacional del Prado) y propuso que tanto las versiones del Maestro de la Leyenda de Santa Catalina como de Memling derivarían, en último término, de la representación de esta escena en el asimismo famoso Tríptico Bladelin de Rogier van der Weyden, justificando las diferencias para con este modelo último por la posible existencia de alguna obra intermedia actualmente desconocida.

El Nacimiento de Cristo concede especial protagonismo a la figura de María, arrodillada, y de los ángeles que, junto con ella, conforman un corro alrededor de la figura de Cristo recién nacido: sus vestidos claros que irradian luz llaman la atención sobre el pequeño, cuidadosamente depositado a los pies de la Virgen sobre los pliegues de sus ropas para evitar que pueda lastimarse por el contacto con el duro suelo. San José, a la izquierda en segundo término, ocupa una posición más discreta, aunque su indumentaria roja llama la atención sobre su presencia. A la derecha en segundo término se encuentra el pesebre del que comen la mula y el buey. El contexto arquitectónico, que hermana con el de la tabla principal del tríptico, se abre hacia un paisaje en el que transcurre el episodio del anuncio a los pastores (las versiones de Memling, en cambio, se abren hacia un escenario urbano, correspondiente a la ciudad de Belén).

Ubicaciones

• 1495 - 1810

  monasterio

  Cartuja de Miraflores, Burgos (España)

• 1810 - Mediados del s. XIX

  expolio

  Jean Barthélemy Darmagnac, Burdeos (Francia)

• Mediados del s. XIX - ca. 1980

  colección privada

  Familia Perrenet, Dijon (Francia) *

• 1986

  marchante/anticuario

  Charles Dufour, París (Francia) *

• 1986 - actualidad

  museo

  Musées royaux des Beaux-Arts, Bélgica, Bruselas (Bélgica)