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Título

Pareja de pendientes. Posible procedencia de Castiltierra

Clasificación genérica
Orfebrería
Objeto
Pendiente
Datación
ca. 550
Siglo
Mediados del s. VI
Contexto cultural / estilo
Visigodo
Dimensiones
4,76 x 4,45 cm
Materia
Plata
Procedencia
Necrópolis visigoda de Castiltierra (Castiltierra, Segovia, España)
Emplazamiento actual
Virginia Museum of Fine Arts (Richmond, Estados Unidos)
Número de inventario en colección actual
68.55.2.1-2
Historia del objeto

Desde finales de los años veinte y principios de la década de 1930 comenzaron a salir al mercado numerosos objetos procedentes de la necrópolis visigoda de Castiltierra (Fresno de Cantespino, Segovia). El expolio fue perpetrado principalmente por algunos castilterranos deseosos de hacer fortuna con las piezas, por el dueño de la tierra y por Juan García Sánchez, quien se arrogaba el descubrimiento del yacimiento (Arias y Balmaseda, 2015). Resulta difícil precisar quién fue el responsable de que esta pieza saliese del país. Así pues, planteamos varias hipótesis: en primer lugar, sabemos que Félix Moreno, administrador de la finca, enviaba piezas al dueño del terreno, quien residía en Madrid. Este buscaba obtener pingües beneficios con el hallazgo, por lo que contactó con algunos chamarileros y anticuarios de Madrid para venderles los objetos. Por otro lado, nos encontramos una figura poliédrica como es la de Juan García Sánchez. Pese a la aparente colaboración que brindó a la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades entregando algunas piezas del yacimiento que había comprado a los castilterranos, también comerció con ellas. El dinero que obtuvo del Museo Arqueológico Nacional de Madrid le pareció escaso, por eso mismo buscó otros compradores que estuvieran dispuestos a pagar una mayor cantidad.

Emilio Camps (1934) señaló que estaban apareciendo “en el mercado de antigüedades de Madrid abundantes ejemplares visigodos que se daban como procedentes de Castiltierra”. Por lo tanto, si atendemos a las palabras de Camps y a la cercanía de Madrid, lo más probable es que la pieza recalase allí antes de venderse en el extranjero. A principios de 1940 estuvo en manos de Tomás Harris, hijo de Lionel Harris y Enriqueta Rodríguez y León. Su padre había fundado en 1898 The Spanish Art Gallery, una firma dedicada a la venta de obras de arte. Cuando Tomás se inició en el negocio paterno se dedicó al comercio de diamantes y joyería (Martínez Ruiz, 2018). Su interés por la orfebrería guio muchas de sus adquisiciones, algo que se puede apreciar en esta pieza. Tomás viajó en numerosas ocasiones por España, así pues, es posible que se hiciese con ella en la capital.

Posteriormente, el 5 de noviembre de 1945 el dueño de la Galería Brummer, Joseph Brummer, compró a The Spanish Art Gallery las siguientes piezas procedentes de Castiltierra: “14 fibulae, 7 belt broaches, 2 small eagles, 1 small deer, 1 beed necklace, 3 pottery jars, 5 rings, 35 fragments and various nails etc” (The Brummer Gallery Records, P16076). Brummer falleció en 1947, momento en el que sus bienes salieron a la venta. A partir de ese momento el conjunto se dispersó.

Parke-Bernet Galleries adquirió la mayor parte de las piezas y las subastó en mayo de 1949 en el lote 341: “Collection of visigothic bronce ornaments, from Castilnueva. Comprising fourteen chased bronze fibulae with segmental heads; seven belt buckles; seven small rings ornamented with bosses; four plaquettes, of which two are inlaid with colored glass paste; twelve penannular bracelets; and fourteen small buckles, beads and other fragments” (Parke-Benet Galleries, 1949).

Este lote fue adquirido por Piero Tozzi, un anticuario que contaba con galerías en Nueva York y Florencia. En 1968 Tozzi donó los pendientes al Virginia Museum of Fine Arts (Foltiny, 1977).

Agradezco la ayuda prestada por Katie Domurat, Curatorial Assistant del Virigina Museum of Fine Arts.

Descripción

La joyería fue muy valorada en la sociedad visigoda. Estas piezas no solo cumplieron una función estética, sino también simbólica, siendo elementos esenciales en la vestimenta, especialmente entre quienes pertenecían a clases sociales elevadas. La orfebrería de época visigoda estuvo ampliamente influenciada por la romana, algo que se puede apreciar en este par de pendientes. Poseen forma cilíndrica y, aunque se ha perdido, lo más probable es que contase con una presilla en uno de sus extremos para poder cerrarlo. Se hallaron piezas similares con cuentas de vidrio en la necrópolis de Duratón (Segovia) y en la necrópolis de El Carpio del Tajo (Toledo). Por lo tanto, es posible que estos pendientes también llevasen cuentas. 

Ubicaciones
* La localización relativa a marchantes, anticuarios, galerías de arte y coleccionistas, nos lleva al emplazamiento donde se hallaban radicados, o bien donde tuvieron una de sus principales sedes, esto no siempre indica que cada una de las obras que pasaron por sus manos estuviera concretamente en tal lugar, pues en el caso de anticuarios y marchantes su negocio extendía sus redes en diversos territorios; en ocasiones tan solo compraban en origen y remitían directamente la pieza a sus clientes. Por otro lado, algunos coleccionistas contaron con distintas residencias en las que albergaron su colección, a veces en distintos países; es difícil, en muchos casos, precisar dónde preservaron la obra mientras estuvo en sus manos, de ahí que se señale el emplazamiento principal del anticuario o del coleccionista. Circunstancias que han de ser tenidas en cuenta al interpretar el mapa. Véase en cada caso la historia del objeto.
Bibliografía
Responsable de la ficha
Isabel Escalera Fernández
Cómo citar

Isabel Escalera Fernández, "Pareja de pendientes. Posible procedencia de Castiltierra" en Nostra et Mundi. Patrimonio Cultural de Castilla y León en el mundo, Fundación Castilla y León, 2025. https://inventario.nostraetmundi.com/es/obra/345