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Título

Biblia hebrea

Gaon, Joshua ben Abraham ibn (Activo en Tudela y Soria entre 1300-1312)

Clasificación genérica
Manuscritos e iluminaciones
Datación
ca. 1300
Siglo
Principios del s. XIV
Contexto cultural / estilo
Arte judío español medieval
Dimensiones
30,8 x 23,5 cm
Materia
Pergamino
Técnica
Iluminación
Procedencia
Moses ibn Haviv (Soria, España)
Emplazamiento actual
Biblioteca Bodleiana (Oxford, Reino Unido)
Número de inventario en colección actual
MS. Kennicott 2
Historia del objeto

Este manuscrito fue realizado por Joshua ibn Abraham ibn Gaon, un copista e iluminador que trabajó a principios del siglo XIV entre Tudela y Soria (Barco, 2014). Existen dudas acerca de la datación exacta del códice, puesto que hay autores que consideran que fue ejecutado entre 1303-1304 (Beit Arié, 1994); mientras que otros lo fechan en 1306 (Narkiss,1969; Cohen-Mushlin y Tcherikover, 1982; Ortega-Monasterio, 2016). No obstante, fue Kogman-Appel (2004) quien demostró, basándose en los motivos artísticos que aparecían en la Biblia, que era anterior al manuscrito conservado en la Biblioteca Nacional de Francia (Mss Hébr. 20), también obra de ibn Gaon. Este fue realizado en 1301, por lo que el ejemplar probablemente se confeccionó poco antes. 

Las diferentes hipótesis en torno a la datación surgieron por el texto que aparece en el colofón del volumen, donde se señala el año 1306 y la ciudad de Soria (f. 427v). Sin embargo, actualmente se considera que esa fecha indica el momento en el que fue vendido, así como la ciudad. El primer propietario de la Biblia fue Moses ibn Haviv (Barco, 2014), quien residía en Soria; posteriormente estuvo en manos de R. Nissim ibn Aaron ha-Cohen, quien vendió el ejemplar a Samuel Parzant por 2.500 dinares de Damasco entre los meses de octubre y noviembre de 1519 (Ortega-Monasterio, 2016). 

A partir de aquí se pierde el rastro del volumen hasta mediados del siglo XVIII, donde se cita el ejemplar en Venecia. Siguiendo las indicaciones del Dr. Mordaunt, el conde de Northampton -embajador británico- se hizo con la Biblia (Silvestri, 2013; Encinas, 2018). Posteriormente, Benjamin Kennicott adquirió el manuscrito en la década de 1770. Dedicado a la investigación de manuscritos hebreos, este erudito emprendió un viaje que lo llevó a distintas ciudades en busca de nuevas fuentes: París, Colonia, Milán, Roma, Hamburgo, Viena, Venecia, Florencia, Bolonia, etc. fueron algunos de los lugares que visitó en busca de bibliotecas y librerías que tuviesen manuscritos hebreos (Ortega-Monasterio, 2016). Tras su adquisición lo incorporó a los fondos de Biblioteca Radcliffe en 1783, donde era bibliotecario.

La Biblia permaneció en esta ubicación hasta 1879, fecha en la que fue transferida a la Biblioteca Bodleiana. En 1886 se llevó a cabo un inventario de los manuscritos hebreos de la biblioteca y el ejemplar aparece citado en el número 2323 con la siguiente descripción:

“Old Testament (Isaiah before Jeremiah; the Minor Prophets are followed by Ruth, Psalms, Job, Proverbs, Ecclesiastes, Canticles, Lamentations, Daniel, Esther, Ezra, Nehemiah without division, Chronicles), with both Masorahs (omissions are supplied on the margin). Isaiah is preceded (fol. 379>) by a division of sections, headed”.

En la actualidad la Biblia se conserva en la Biblioteca Bodleiana.

Descripción

El manuscrito se compone de 428 folios y se distribuye en 39 cuadernillos formados por 12 folios cada uno. El texto está dividido en dos columnas de 34 líneas y está redactado en escritura cuadrada sefardí con puntuación tiberiana (Ortega-Monasterio, 2016). Cuenta con numerosas iluminaciones, entre las que destacan el templo (ff. 1v-2r), los marcos alrededor del texto y la representación de algunas figuras zoomorfas como dragones o aves (Narkiss,1969).

Ubicaciones
* La localización relativa a marchantes, anticuarios, galerías de arte y coleccionistas, nos lleva al emplazamiento donde se hallaban radicados, o bien donde tuvieron una de sus principales sedes, esto no siempre indica que cada una de las obras que pasaron por sus manos estuviera concretamente en tal lugar, pues en el caso de anticuarios y marchantes su negocio extendía sus redes en diversos territorios; en ocasiones tan solo compraban en origen y remitían directamente la pieza a sus clientes. Por otro lado, algunos coleccionistas contaron con distintas residencias en las que albergaron su colección, a veces en distintos países; es difícil, en muchos casos, precisar dónde preservaron la obra mientras estuvo en sus manos, de ahí que se señale el emplazamiento principal del anticuario o del coleccionista. Circunstancias que han de ser tenidas en cuenta al interpretar el mapa. Véase en cada caso la historia del objeto.
Bibliografía
Responsable de la ficha
Isabel Escalera Fernández
Cómo citar

Isabel Escalera Fernández, "Biblia hebrea" en Nostra et Mundi. Patrimonio Cultural de Castilla y León en el mundo, Fundación Castilla y León, 2025. https://inventario.nostraetmundi.com/es/obra/422

DOI