Título
Conjunto de piezas procedentes de El Cerro de la Muela de Garray (Numancia)
Siglo
II a. C.Contexto cultural / estilo
CeltibéricoHistoria del objeto
El Römisch-Germanisches Zentralmuseum, actualmente conocido como Leibniz-Zentrum für Archäologie (Maguncia), conserva aproximadamente 2.800 piezas procedentes de El Cerro de la Muela de Garray. Véase el destino de algunos de los vestigios del yacimiento numantino que se hallan fuera de España: Puntas de flecha; Puntas de lanza y jabalinas; Lanzas; Espadas y puñales; Corazas de disco; Espuelas; Hebillas de cinturón; Placas de cinturón; Fíbulas; Anillo; Piezas de cerámica y Agujas.
En El Cerro de la Muela de Garray (Soria) se llevaron a cabo numerosas excavaciones a principios del siglo XX que permitieron descubrir las diferentes culturas que se habían asentado allí con el paso del tiempo. Fue un lugar ocupado de manera intermitente desde el Calcolítico (2.500 a.C.) hasta el siglo XIII (Sánchez, 1998), pero, sin duda, uno de los poblamientos más relevantes que hubo fue la ciudad celtibérica de Numancia. Aunque son pocos los datos que poseemos acerca del trazado original de la urbe numantina, los romanos la respetaron y apenas modificaron la ciudad tras su asedio.
Estaba estratégicamente ubicada en una elevación que le proporcionaba defensa natural y control sobre rutas comerciales y territorios circundantes (Jimeno y Morales, 1993). La ciudad tenía una estructura urbana adaptada al terreno, con calles estrechas y empedradas que se organizaban de manera irregular. Las viviendas eran sencillas, generalmente rectangulares y construidas con zócalo de mampostería seca y alzados de adobe (Sánchez, 1998). Contaba con una economía agropecuaria y de subsistencia, siendo el trigo y la cebada los principales cultivos. La ganadería también desempeñaba un papel importante con la cría de ovejas, de cabras, de cerdos y de caballos. Las actividades artesanales tuvieron un gran peso para los celtíberos, sobre todo la alfarería, el trabajo textil y la metalurgia del hierro. El comercio era principalmente de carácter local o regional e intercambiaron bienes como cerámica, herramientas de hierro y armas con otras comunidades y pueblos, como los íberos, los pelendones, los arévacos o los vacceos, entre otros.
El fin de la ciudad tuvo lugar tras las Guerras Celtibéricas (154-133 a.C.), las cuales fueron coetáneas de las Guerras Lusitanas en las que falleció Viriato. Los celtíberos sabían que ellos solos jamás podrían vencer a los romanos, por lo que contaron con la ayuda de otros pueblos hispanos, como los vacceos y los cántabros. Por su parte, los romanos tuvieron como aliados a los númidas, quienes procedían de África y aportaron elefantes sin domar a la contienda (Perea y Alonso, 2023). La guerra se prolongó durante años y fue extremadamente dura. Según Polibio (1983), “los combates los dirimía la noche, pues los soldados, llevados por su coraje, resistían tenazmente y no querían ceder en el cuerpo a cuerpo, por extenuados que estuvieran, sino que, desde su huida, se revolvían y empezaban de nuevo […]. En resumen, si alguien imaginara una guerra de fuego, no pensaría en otra que en esta”. Los romanos, agotados por la tenacidad de los celtíberos, encargaron a Escipión Emiliano que pusiese fin al conflicto. Este marchó con el ejército a Numancia y asedió la ciudad: privó de víveres a sus habitantes y levantó campamentos para contener los ataques de los numantinos (Perea y Alonso, 2023). Finalmente, estos se rindieron y Escipión se hizo con la ciudad.
En la segunda mitad del siglo XIX Saavedra localizó la ciudad de Numancia. Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XX cuando se produjeron las primeras excavaciones. Entre los arqueólogos que trabajaron en el yacimiento destacaron Schulten, Mélida, Taracena, Wattenberg y, recientemente, Jimeno (Gómez, 2015). Los principales hallazgos de la ciudad numantina corrieron a cargo de Schulten, quien se los llevó en distintos momentos a Alemania con el objetivo de estudiarlos. Sin embargo, no todas las piezas regresaron a España. En la actualidad los útiles de El Cerro de la Muela de Garray se encuentran dispersos en distintos museos: el Museo Arqueológico Nacional (Madrid), el Museo Numantino (Soria) y el Römisch-Germanisches Zentralmuseum, actualmente conocido como Leibniz-Zentrum für Archäologie (Maguncia).
Bibliografía
- GÓMEZ GONZALO, María Paz (2015): Las controversias generadas en torno a las investigaciones de Adolf Schulten en Numancia, Tesis doctoral. Universidad de Barcelona, Barcelona.
- JIMENO, Alfredo y MORALES, Fernando (1993): "El poblamiento de la Edad del Hierro en el Alto Duero y la necrópolis de Numancia", nº 4, Complutum, pp. 147-156.
- PEREA, Sabino y ALONSO, M.ª Ángeles (2023): Historia Antigua de la Península Ibérica. Desde la fundación de Gadir hasta la muerte de Alejandro Severo, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid, pp. 144-149.
- POLIBIO (1983): Historias (Traducción de Manuel Balasch), Gredos, Madrid, p. Libro 25.
- SÁNCHEZ MORENO, Eduardo (1998): "De la cueva al palacio: vivienda y vida cotidiana", nº abril, en Pieza del mes. Ciclo 1998, abril., Museo Arqueológico Nacional, pp. 2-3.
Responsable de la ficha
Isabel Escalera FernándezCómo citar
Isabel Escalera Fernández, "Conjunto de piezas procedentes de El Cerro de la Muela de Garray (Numancia)" en Nostra et Mundi. Patrimonio Cultural de Castilla y León en el mundo, Fundación Castilla y León, 2025. https://inventario.nostraetmundi.com/es/obra/201
Plano
Plano de las excavaciones llevadas a cabo en Numancia entre los años 1906-1909.
Museo Arqueológico Nacional, Madrid. Dominio Público
Museo Arqueológico Nacional, Madrid. Dominio Público