Título
Cruz procesional abulense
Martínez, Juan (Ávila, ca. 1523 - ?, post. 1562)
Clasificación genérica
PlateríaObjeto
CruzDatación
c. 1555Siglo
Mediados del s. XVIDimensiones
86,5 x 45,5Materia
PlataProcedencia
Ávila (Ávila, España)Emplazamiento actual
Victoria & Albert Museum (Londres, Reino Unido)Número de inventario en colección actual
M.148-1956Inscripciones / Marcas
MARTI/ИEZ (la M y la A entrelazadas): correspondiente al platero abulense Juan Martínez
Caldero: correspondiente al marcador abulense Vicente Calderón
Torre almenada: distintivo de Ávila y su entorno
Historia del objeto
Adquirida en Madrid en el año 1919, esta cruz pasó a formar parte de la colección de obras que Walter Leo Hildburgh donó al Victoria & Albert Museum.
Charles Oman (1968, p. 26) señaló por error que la cruz procede de Toledo y la atribuyó al platero Francisco Martínez. Sin embargo, la reiterada presencia del distintivo de contrastía de Ávila (torre almenada) y el punzón del marcador local Vicente Calderón (caldero), sitúan el verdadero origen de la pieza en el entorno abulense. En cuanto al autor, se trata de Juan Martínez, según manifiesta su marca personal (MARTI/ИEZ) platero activo en las décadas centrales del siglo XVI, llegando a ejercer el cargo de platero catedralicio de Ávila entre 1555 y 1562.
Por el momento no es posible determinar la iglesia y localidad exactas a la que pudo pertenecer la cruz procesional, ante el desconocimiento de información específica sobre el proceso de enajenación.
Descripción
Se levanta sobre una macolla o manzana dividida en tres cuerpos. La zona inferior corresponde al cañón, de perfil bulboso y decorado con acantos. La pieza central es esférica achatada, ornamentada con motivos repujados de formas tentaculares y zarcillos articulados en torno a cuatro hojas. La transición a la parte superior se realiza mediante una sucesión de pequeñas molduras aboceladas y un espacio cóncavo a modo de escocia. El último cuerpo es un prisma cilíndrico dividido en secciones, separadas por asas, con decoraciones de dragones afrontados y mascarones. En la superficie hay cintas con cabezas aladas.
La cruz corresponde a un modelo de origen burgalés con gran acogida en el resto de Castilla, de brazos abalaustrados liriformes y remates romboidales de lado curvo, a modo de conopios, con tondos en el interior. Está recorrida en todo su perímetro, tanto en el anverso como en el reverso, por una crestería de lises. Ha perdido todos los relieves de los extremos, enmarcados en láureas, donde habitualmente se incluyen representaciones de la Virgen y san Juan, los evangelistas y otros motivos de iconografía cristológica y pasional.
Las figuras del paramento manifiestan un léxico decorativo renacentista de herencia plateresca a través del abundante uso de grutescos. En el árbol mascarones, cráneos, escudos y armaduras dispuestos a candelieri; en el travesaño quimeras. En cuanto a la figura de Cristo crucificado, destaca su cuidada anatomía y expresividad, en línea con los modelos de la escuela de escultura abulense del momento a través de la influencia berruguetesca.
En el centro, las piezas de ambos lados son iguales, cuadradas, con pináculos en las esquinas, un motivo floral repujado central y ramificaciones con formas vegetales ajarronadas hacia los ángulos. Su lectura formal se aleja del estilo aplicado en el resto de los relieves, una situación que manifiesta la variedad de influencias y recursos decorativos que tenía a su disposición el maestro platero, en un momento caracterizado por la transición de estilo hacia modelos romanistas y una progresiva contención decorativa. Este tipo de “cuadrón” no es frecuente en las cruces procesionales abulenses, ya que habitualmente incluyen fondos paisajísticos y arquitectónicos para el anverso, con el monte Gólgota y la ciudad de Jerusalén. Ha desaparecido la figura que normalmente se sitúa en el centro del reverso y que remite a la advocación de la iglesia a la que perteneció la pieza.
A pesar de las pérdidas de los relieves, el estado de conservación general es bueno, ya que las partes que componen la cruz están firmemente unidas y la estructura es sólida. Parece haber sido restaurada en un momento sin precisar, cuando pudieron eliminarse los clavos y fijaciones que hoy han dejado numerosos agujeros en la superficie.
Tanto la tipología de la macolla como lo estilizado de los brazos son elementos diferenciadores de otros ejemplos de cruces procesionales abulenses. A estas particularidades debe sumarse la relevancia del autor, de quien se desconoce la mayor parte de su obra, a pesar de haber ocupado uno de los puestos de mayor relevancia en la platería en Ávila, como maestro asalariado de la catedral durante la época de mayor producción de orfebrería religiosa en la ciudad y en su demarcación diocesana.
Ubicaciones
ca. 1555 - pre. 1919
provincia
Ávila, Ávila (España)
1919
marchante/anticuario
Mercado de arte, Madrid, Madrid (España) *
post. 1919 - actualidad
Bibliografía
- CRUZ VALDOVINOS, José Manuel (1982): "Platería", en Historia de las artes aplicadas e industriales en España, coordinado por Bonet Correa , Manuales de Arte Cátedra, Madrid.
- MARTÍN SÁNCHEZ, Lorenzo y GUTIÉRREZ HERNÁNDEZ, Fernando (2006): Cruces procesionales abulenses del Renacimiento al Manierismo, Obra Social Caja de Ávila, Ávila.
- MARTÍN SÁNCHEZ, Lorenzo y GUTIÉRREZ HERNÁNDEZ, Fernando (2003): Platería abulense del Bajo Renacimiento. Pedro Hernández y las mazas del Ayuntamiento de Ávila, Ayuntamiento de Ávila, Ávila.
- OMÁN, Charles (1968): The Golden age of hispanic silver, 1400-1665, Victoria and Albert Museum, Londres.
- SÁNCHEZ SÁNCHEZ, David Arte eucarístico y celebraciones sacramentales en Ávila durante la Edad Moderna (Tesis Doctoral), Universidad de Salamanca, Ávila.
Responsable de la ficha
David Sánchez SánchezCómo citar
David Sánchez Sánchez, "Cruz procesional abulense" en Nostra et Mundi. Patrimonio Cultural de Castilla y León en el mundo, Fundación Castilla y León, 2025. https://inventario.nostraetmundi.com/es/obra/351